Comprender quién está detrás de una amenaza es vital para neutralizarla. Nos especializamos en rastrear la huella digital inversa para identificar la fuente original de filtraciones o ataques reputacionales.
Investigamos perfiles y páginas web para intentar romper el anonimato del responsable y facilitar vías legales.
Cuando se detecta un contenido protegido, una noticia falsa o un ataque reputacional, la eliminación del contenido es solo una medida de contención.
Nos centramos en analizar a fondo la cuenta, página web o usuario que está distribuyendo tu material protegido o información privada. Buscamos cualquier descuido en su seguridad: reutilización de nombres de usuario, metadatos olvidados, correos electrónicos vinculados o conexiones con otros perfiles digitales. Nuestro objetivo es reunir todas las piezas disponibles para intentar identificar a la persona física que se esconde tras el alias digital.
Más allá del nombre, es importante entender la naturaleza de quien te ataca. No es lo mismo un usuario individual que comparte contenido por error, que una red organizada que se lucra con tu propiedad intelectual. Analizamos el comportamiento y la infraestructura tecnológica de la fuente para que entiendas a quién te enfrentas y puedas reforzar tus medidas de protección donde más se necesitan.
Sabemos que el anonimato en internet es una barrera compleja y a veces infranqueable. Sin embargo, nuestra labor es agotar todas las vías de investigación posibles. Recopilamos datos técnicos (como proveedores de hosting, registros de dominio o patrones de actividad) que, aunque no siempre den un nombre inmediato, son fundamentales para que tu equipo legal pueda solicitar órdenes judiciales o requerimientos de información a las plataformas.
